Pues si, hacía tiempo que me rondaba por la cabeza esta novela de Carlos Ruiz Zafón. Si bien es cierto que para decidirme a leer esta novela fue necesario el empujón del propio autor en el lanzamiento de su último libro, he de decir que no me he equivocado en la elección de la novela pues si que muestra una madurez en la descriptiva y un estilo más romántico y melancólico recordando la Barcelona de pre y postguerra. Ni falta que hace decir que la Barcelona del "durante" la Guerra Civil no es plato de buen gusto de ningún autor que pretenda hacer un sentimiento de añoro de esa época.
La Sombra del Viento es una de esas novelas que lees y puedes palparla como real, la ves en el Cine mas que leerla bajo una luz tibia en las noches de insomnio. Es un paseo por la memoria histórica de la Ciudad Condal, donde el deleite de cada calle de Barcelona la hace tanto o más protagonista que Daniel Sempere. A día de hoy, no he estado nunca en Barcelona, pero si que podré decir que durante un tiempo la estuve visitando del puño y letra de Carlos Ruiz Zafón.
Por otro lado, de las cosas que más me han gustado del libro ha sido la figura de Fermín, todo un poeta-filósofo de las verdades de la vida. El autor lo convierte en su herramienta como figura literaria para exponer un ensayo humanístico extraordinario donde hace alarde de sus mil y un ingenios que le dan un tinte muy intelectual a la obra.
Dificilmente se puede a veces elegir una frase de un libro así donde no sabrías por donde empezar para escogerla. Dicho esto, y teniendo en cuenta el marco donde se desarrolla la obra, bajo mi humilde punto de vista, escojo la que resume una situación crítica para las voces silenciadas de la Guerra Civil española:
" ... Hay peores cárceles que las palabras ... "
22 de febrero de 2010
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Ayy qué me gustó a mi ese libro!!
ResponderEliminar¡Y a mi! Mira que no suelo pegarme un empache de novela semicomercial pero esta me la aconsejaron hace mucho y al final la leí. Esto lo publiqué en otro blog pero lo transporté para no perderlo.
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario Ana! Un beso fuerte.